Costa Brava sur hasta Blanes

Navegación a vela de fin de semana para conocer el tramo sur de la Costa Brava.

El itinerario es de ida y vuelta en velero desde la marinera villa de Palamós hasta la población de Blanes.

Costa Brava sur hasta Blanes

Es una propuesta muy indicada cuando la tramontana sopla fuerte en el Empordà. La tramontana viento del norte a menudo violento cuando nos visita, acostumbra a soplar con fuerza hasta el cabo de Begur. Desde ahí, el viento continúa bajando al sur hacia mar abierto alejándose de la costa y llegando hasta más allá de Menorca.

Así pues, si nos mantenemos al sur del cabo de Begur, y aún mejor al sur de Palamós, estaremos navegando en una zona protegida, con poca mar y un viento del norte adecuado para navegar, y que muchas veces llega incluso a girar a brisa térmica de garbí (SW) durante las horas centrales del día.

El flujo de tramontana hacia mar abierto a partir de Begur debido a la orografía del terreno, hace que Palamós pueda continuar siendo un buen puerto de embarque, a diferencia de los puertos que están situados al norte de Begur, dónde cuando sopla tramontana muchas veces no se puede o no es recomendable salir a navegar.

Día 1 en el barco de vela

Saldremos de Palamós a primera hora de la mañana. Atravesaremos la bahía hasta encontrar el bonito pueblo de Sant Feliu de Guixols.

La bahía de Palamós queda delimitada al norte por el promontorio del faro homónimo y al sur por Torre Valentina, una torre de piedra que podremos distinguir al pie del camino de ronda.

La bahía tiene casi dos millas de largo, de costa baja así como el valle que hay tierra adentro. Esto hace que no haya perturbaciones importantes de los vientos de manera que pueden soplar continuos permitiendo disfrutar al máximo de la vela.

No nos detendremos, sino que continuaremos a lo largo de una interesante costa llena de abruptos acantilados. A partir de Sant Feliu los bosques de pinos son muy densos, y caen hasta tocar el mar.

En esta zona, hasta el cabo de Tossa tenemos un tramo de navegación de 4 millas en línea recta. Es una zona fuertemente castigada por los temporales de levante de invierno que han ido configurando los acantilados, torturados y erosionados, abriendo calas profundas y alguna cueva.

Un buen fondeo para el mediodía es la cala Giverola, bonita y agradable. Habremos tardado de dos a tres horas de navegación desde Palamós.

Esta cala entra unos 150 m en relación a la línea de la costa. El fondo es de arena de 5 a 7 m. Es aconsejable acercarnos por babor pues a estribor hay algunas rocas sumergidas, una de las cuales está a sólo 0,5 m de la superficie.

Atención a unos peligrosos escollos sumergidos a 50 m al este de la punta Giverola, promontorio que cierra la cala por el norte.

Desde Giverola, con la embarcación auxiliar, podemos dirigirnos al sur hasta casi la punta Pola, donde encontraremos una cueva importante, de techo elevado y mucha profundidad. Entra 100 m en la roca que va descendiendo acentuadamente hasta nivel del agua. Es un lugar atractivo pero resulta angustioso debido al oscuro color de sus profundas aguas.

Otros fondeos de la zona, si Giverola está demasiado llena, son:

· Cala Futadera, abierta a levante, buen fondeo para vientos de SW. Es necesario fondear en el centro de la cala, con fondo de arena de 5 a 8 m.

· Cala Pola, a poniente de la punta Pola. Pequeña pero sin escollos peligrosos. Fondos de arena de 2 a 5 m. Ofrece poca protección ante vientos de componente sur.

· Cala Bona, muy pequeña y de fondeo difícil. Es necesario ir con mucho cuidado al entrar. Ofrece muy buen resguardo. La maniobra requiere poca marcha y con la tripulación vigilando el fondo por la proa y por la popa.

Por la tarde pondremos rumbo a Blanes dónde pasaremos la noche amarrados en el puerto deportivo.

Día 2 en el barco de vela

El siguiente día, saldremos temprano de vuelta a Palamós. Reconoceremos la costa de ayer fijándonos ahora en detalles que no supimos ver durante el día anterior.

Saliendo de Blanes, a 2 millas al norte divisaremos la playa de Santa Cristina al sur de Lloret de Mar, una de las más bonitas de la zona donde estamos navegando.

Pasado Lloret de Mar veremos un pequeño puerto principalmente usado por barcas de pesca pequeñas, situado en la cala Canyelles.

A levante de cala Canyelles, aproximadamente a una milla encontraremos cala Morisca, muy estrecha pero que entra profundamente. El lugar es interesante pero con fondeo apto sólo para barcos pequeños, pues hay peligrosos escollos a ambos lados siendo necesario mantener el barco bien situado en el centro de la cala.

A medida que nos acercamos a Tossa, todavía sin ver el pueblo pues queda detrás del cabo del mismo nombre, veremos la torre de las antiguas murallas. Justo bajo la torre hay la cala del Codolar. Recibe el nombre por la cantidad de guijarros que tiene en su fondo. El lugar es muy pintoresco por su configuración. El Codolar tiene unos 100 m de ancho por otros 100 m de largo y el fondo está entre 3 y 6 m.

Si la mar está calmada podemos fondear en la playa de Tossa, cerca del castillo, y bajar a tierra para visitarlo.

La navegación a vela discurre plácidamente. Pasaremos Sant Feliu y al llegar a la playa de Sant Pol, cambiaremos de rumbo para entrar en ella. Este lugar es indicado para fondear durante el día y bañarse.

La cala tiene una playa de arena blanca de 700 m de largo, la profundidad de fondeo se sitúa sobre los 5 m con fondo de arena.

El lado de levante de Sant Pol está rodeado por un acantilado que se extiende una milla y media hasta Port d’Aro, donde la costa recupera el cariz arenoso.

Por la tarde, volveremos a izar las velas hasta llegar a Palamós, donde acabaremos esta pequeña aventura que nos habrá llevado a conocer este tramo de Costa Brava desde el mar.